Finales de los 90.
Iglesia San Fernando Rey remodelada en el 2003.
Mondrón es una tranquila aldea de Periana, con una población de aproximadamente 300 habitantes, hombres y mujeres del campo, muchos de los cuales siguen trabajando y labrando sus olivos. De hecho, tienen una cooperativa de aceituna verdial, que dicen que da el mejor aceite de Málaga.Otros, trabajan en la construcción, pues en la comarca se construye bastante, especialmente debido a la afluencia de extranjeros.
PERIANA
PERIANA
Al tratarse de un anejo poco poblado, los servicios dependen en gran parte de Periana, como ocurre con el Centro de Salud.Sin embargo, tienen colegio público, donde se imparte clase a niños de hasta sexto de primaria, y en el que el profesor de religión se encarga, en buena parte, de su formación cristiana.Pero a pesar de tratarse de un pequeño núcleo de población tienen templo propio, bastante bien conservado gracias al interés y la dedicación de algunas mujeres.El templo parroquial, construido a mediados del siglo pasado bajo la advocación de San Fernando Rey, sobresale de entre los demás tejados del pueblo debido a la espadaña con campana que remata su fachada.
El principal momento de encuentro de la comunidad de fieles de la población es el de la tarde del domingo, pues celebran la Eucaristía junto a los pequeños que se preparan para recibir la primera comunión y en compañía de sus madres.Además, un grupo de mujeres pertenecientes a la escuela de adultos se reúnen en el salón parroquial para realizar sus tareas, viviendo la parroquia una actividad bastante gratificante.
FIESTA
FIESTA
El día festivo más destacado en Mondrón es el del patrón de la aldea, San Fernando, que tiene lugar cada 30 de mayo.A las 12 del mediodía celebran una eucaristía en su honor, y ya sobre las 5 de la tarde, procesionan la imagen del santo junto con san José y la Virgen Inmaculada, que son las imágenes que los habitantes de Mondrón tienen en el templo y a las cuales veneran especialmente.Durante el transcurso de la procesión, a la que acuden todos los vecinos, los devotos de San Fernando le ofrecen trigo, en un gesto que nace de la tradición y que aún hoy se mantiene como ofrenda al Santo.