lunes, 2 de agosto de 2010

Gimnasia, pan con aceite y seis periódicos.

Sur.es 25/07/2010
Julio ha vuelto a su tierra. Hace apenas unas horas se ha instalado con Miranda y sus cinco hijos en su magnífica casa ubicada entre las lindes de Marbella y Ojén, entre el mar y la sierra de la Costa del Sol. Esta paradisíaca finca, donde hasta los árboles tienen nombres propios, será su cuartel general durante meses, coincidiendo con sus actuaciones en Europa. El año ha sido intenso. Su frenética gira mundial lo ha llevado a cuatro continentes, con conciertos multitudinarios como el de Rabat hace un mes, o los de Canadá. Estas últimas semanas ha recorrido Estados Unidos. Se despidió en Washington.
Pero aquí tampoco va a descansar demasiado. Tras el concierto de Málaga del próximo miércoles 28, el 1 de agosto volará a Mónaco. La familia Grimaldi le espera en el famoso 'Baile de la Rosa'. Luego actuará en Girona (5 y 6 de agosto) y después, sí, a descansar. Se escapará a varios restaurantes de Málaga (Godoy y Adolfo), de Torremolinos (Antonio, en La Carihuela) o de Marbella (Santiago). Tampoco faltarán las tardes de toros. No se quiere perder a Enrique Ponce, amigo personal desde hace muchos años, en la feria de agosto de La Malagueta y en la Goyesca de Ronda.
Con los paparazzi pendientes de cualquier movimiento del portón de su casa malagueña, la familia Iglesias saldrá poco, pero no se moverá de España hasta mediados de octubre. En la segunda quincena de septiembre, Julio recibirá el nombramiento de 'Hijo Adoptivo de la Provincia de Málaga', distinción que le fue otorgada por los grupos que componen la Diputación provincial de Málaga (PSOE, PP e IU) por unanimidad, como muestra de agradecimiento y reconocimiento a su labor publicitaria que en el mundo entero desarrolla de esta provincia. Días más tarde, recibirá la Medalla de Oro de las Bellas Artes. 42 años después de su triunfo en Benidorm, Julio (que, entre otros negocios, es propietario del aeropuerto de Punta Cana, accionista del equipo de la NBA Miami Heat y dueño de varios resorts con el diseñador Óscar de la Renta) desarrolla una actividad increíble. Le acompaña un físico muy mimado con tres horas diarias de gimnasia o natación. «A mi edad hay que cuidarse», repite una y otra vez. Y lo hace. Sólo así se entiende que siga subiendo al escenario un día sí y otro también.
Reuniones de altas esferas


Esa gimnasia diaria -no olvidemos su gravísima lesión de columna sufrida cuando era muy joven que casi le postra en una silla de ruedas y de la que se recuperó gracias a su constancia, esfuerzo y la ayuda de su padre, en las playas de Torremolinos y de Benidorm- no se la salta por nada. Tampoco sus largos en la piscina. De vez en cuando un masaje, y mucha tranquilidad: «Hay que recargar las pilas». Y entre medios, el aceite de oliva de Mondrón, un pueblecito de la Axarquía malagueña, que le regala cada año un amigo. «Es el mejor del mundo, espectacular, de verdad». Y lo moja en el plato con pan de la tierra, «como siempre hacía cuando mi madre me preparaba el desayuno».
En esta 'pausa' veraniega, celebrará varias reuniones. Tan importantes como discretas, con personalidades del mundo de la música y de la discografía, así como con dirigentes internacionales de primera magnitud. Pero no olvidará las charlas con sus amigos más íntimos (se pueden contar con los dedos de una mano) sobre lo divino y lo humano, los juegos con sus hijos y su ahijado y la canción. En el estudio de grabación de su casa malagueña -que nada tiene que envidiar a los mejores de cualquier multinacional- prepara una nueva entrega que quiere poner en la calle para Navidad. Tampoco dejará de saborear buen jamón, una de sus grandes aficiones culinarias, y una copa de vino con un poco de manchego. Son sus únicas excepciones a una dieta basada en productos de su propia huerta, con mucho pescado, algo menos de carne y escaso lugar para el azúcar. No existen los milagros.
Se acuesta pronto y se levanta temprano. Su mundo no tiene horas concretas. Conectado a sus oficinas de Londres, Miami y Nueva York, el empresario Iglesias mantiene también importantes participaciones en varios negocios, de los que está pendiente. Lee al menos seis periódicos a diario porque le gusta tanto estar informado como cultivar sus amistades, «pese a que algunas veces me he quedado de cartón piedra».

No hay comentarios:

Publicar un comentario