El padre del pequeño nacido en La Viñuela, Antonio Mateos, relata la singularidad de un parto que llegó con dos semanas de adelanto
Fran Extremera 26.06.2019 |www.laopiniondemalaga.es
Álvaro Mateos tenía prisa, mucha prisa por salir del vientre de su madre, Yessica. Su padre, Antonio, había dejado poco antes de las ocho de la mañana al hermanito mayor, de apenas cinco años, en casa de la suegra. "Engañado, diciéndole que teníamos que arreglar unos papeles en vez de decirle que íbamos para el Hospital de la Axarquía. Pero es más listo que el hambre y a las pocas horas ya sabía que no era así", relata el progenitor.
Todo iba rodado hasta que a la altura de La Viñuela las contracciones forzaron a tomar un desvío hacia el centro de salud de esta localidad, a mitad de camino entre la localidad de Mondrón, perteneciente a Periana y donde reside la familia, y el centro hospitalario veleño. "Afortunadamente todo fue rodado, nunca mejor dicho. En pocos minutos, sobre las ocho y media nos recibieron, y al poco ya había nacido Álvaro", argumenta aún emocionado el propio Antonio.
"Yo me dedico a las tareas del campo y Yessica es profesora, aunque ahora está de baja en la guardería", añade el padre. La madre, de 32 años de edad, notó que Álvaro tenía prisa por nacer. Así se lo indicó a su marido: "Para en el primer sitio donde puedas porque está saliendo ya". De esa forma tomó Antonio el desvío hacia el casco urbano de La Viñuela, anécdota que recordarán mientras vivan.
La doctora de atención primaria que recibió a la pareja, Marta Adell, no salió de su asombro al comprobar que en efecto el bebé ya había empezado a salir del vientre maternal. "Me temí lo peor porque estaba sin respuesta y sin signos vitales, por lo que tuvimos que reanimarlo entre dos enfermeras, un auxiliar de clínica y un técnico de ambulancias", agregó.
Aunque hubo nervios en esos primeros instantes, la respuesta de Álvaro fue positiva y no tardó en recuperar sus constantes vitales. Adell subraya que la maniobra empleada no la había llevado a cabo desde su etapa como médico residente en el Hospital Regional de Málaga, donde aprendió la parte de ginecología y obstetricia. Hubo hasta lágrimas después de que el niño empezara a llorar, como gesto de emoción al verificar que se encontraba bien.
Tanto la madre como el bebé fueron conducidos a la sala de partos del Hospital de la Axarquía de Vélez-Málaga y no tardaron en ser trasladados a planta. Ambos se hallaban a primera hora de la tarde de este miércoles en perfecto estado de salud y todo apunta a que su estancia hospitalaria sea bastante breve, como ha confirmado la propia familia a este periódico.
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