Presumo de buena esposa,
trabajadora y honrada,
cuida con mucho cariño,
su familia y su casa,
pues nunca tiene pereza,
cuando de trabajo se trata,
en su casa y en la calle,
nunca la ves agobiada,
y pensando en el trabajo,
ella siempre se levanta,
y hasta acostarse por la noche,
esta mujer no descansa,
a mi me ayuda en el campo,
lo que sus fuerzas alcanzan,
y además de ayudarme en todo
de trabajar con mucho coraje,
y nunca perder la calma,
pues ella tiene mucha fe,
en arreglar bien la casa,
y cuando venga la familia
que no le falte de nada,
pues es su mayor ilusión
no tener nada en falta,
siempre piensa lo peor,
para que todo bien salga,
y si en algo se equivoca,
podré siempre disculparla
y le doy todo mi amor
aunque la vida se larga,
y hasta que se agote mi vida,
siempre tendrá mi compaña,
tu eres mi esposa querida,
tu eres mi esposa del alma.
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Poesía escrita por Isidro Frías Luque dedicada a su mujer María Luque Moreno.